viernes, 27 de septiembre de 2013

The Resentments: Surcos Que Hacen Vida Y Alguna Canción Que La Desafina



Hay veces que mi vida podría ser indistinguible de un disco. Portada aparatosa, surcos que, como cicatrices, cuentan una historia. Y títulos que hablan de sueños, de deseos, de desesperanza, de lucha, de aburrimientos de uno mismo, incluso, de amor. Y minutos, muchos minutos de una vida.
Caras A y B de una historia.

Mi vida podría, perfectamente, ser el "Ghost Ship" de la no banda The Resentments.
Tiene algunas buenas, incluso buenísimas canciones. Y otras que ¡Ay la ostia, que le vamos ha hacer!, deseas saltártelas siempre o, si eso fuera posible, que ni siquiera estuvieran incluidas en el álbum. Y ni te cuento de en la vida.
"Ghost Ship" es un muy buen disco, mejor que mi vida en sus composiciones, desde luego. Porque, aún cuando canciones como la que da título al disco o "Cool"; incluso la muy Beatles última época: " Everybody Freeze" que son las que le chirrían un poquito a mis orejas, "Everybody Freeze" me gusta bastante en realidad, son mejores que muchas canciones que pululan en discos encumbrados por la crítica e incluso el público.

Pero es que en este Barco Fantasma hay sitio para canciones tan maravillosas como " Space Between", "Trouble Find Me", "Mystified", "Love Ain't Thru with You", " Nothin' I Can Do" o " Perfect As a Photograph". Grandes, grandisimos temas interpretados con pasión y un más que sobrado talento por músicos llenos de cariño por la música y la interpretación de ésta en directo.

 Y  es que Los resentimientos  son un grupo de amigos que gusta de tocar en un garito llamado The Saxon Pub.
 Todo comenzó como una sesión de improvisación entre músicos locales de  la escena Country y  Alt Country, pero evolucionaron hasta convertirse en una banda real. Un miembro regular de la banda de Kris Kristofferson en la década de 1970, Stephen Bruton el cual trabajó con gente como Rita Coolidge, Willie Nelson, T-Bone Burnett y Billy Joe Shaver antes de comenzar su carrera solista y crear cuatro álbumes propios en la década de 1990, fue quien inició en 2002, los resentimientos con los guitarristas / cantantes Jon Dee Graham y Jud Newcomb, cuyos currículos son casi igualmente impresionantes. El bajista Bruce Hughes y el baterista John Chipman (quien reemplazó a John Treanor en 2003), ambos con currículos demasiado largos como para enumerar aquí.
The Resentments grabaron su primer álbum: "Sunday Night Line Up" en 2002. La idea original era un trato curioso; en las noches de domingo con poco movimiento en el Saxon debido a que había que currar al día siguiente,se reunían los músicos que estuviesen por la zona. Las reglas eran simples :"sin ensayos, siempre que dos músicos se presentaran, era un concierto oficial".

El equipo inicial incluyó gente como el cantante Hal Ketehum , que también pasó a ser batería ; Keith Carper , un bajista veterano de la zona de  Austin  , David Holt, guitarrista ,y Jon Dee Graham, como cantante y  guitarrista. Todos, excepto Bruton y Graham que se se retiraron a causa de las exigencias del trabajo mantuvieron su adhesión al grupo y, poco a poco fueron añadiendo gente nueva como Mambo John Treanor. Luego vino Scrappy Jud Newcomb, el guitarrista, cantante, compositor y productor.

El último en firmar fue Bruce Hughes, el bajista. La banda era un hecho indiscutible de tres guitarristas, un bajista , y un percusionista. La muerte de Treanor por cáncer en 2001 los torció un poco pero el grupo como tal ha seguido grabando discos y dando sus conciertos en el Saxon Pub. 
Ahora la banda la componen Scrappy Jud Newcomb, Bruce Hughes, John Chipman, Miles Zuniga y  Jeff Plankenhorn y este disco bonito pero con aristas no del todo amables para definirlo como belleza, (Mira, como mi vida) es su penúltima obra ya que acaban de publicar un live titulado:" Welcome to Our Living Room - Live at The Lab In St".

Lo que veo en este barco fantasma que navega por las aguas más hermosas de la música es cariño, amor por lo que haces, camaradería y una apasionada manera de ver tu oficio.
Y también veo luces y sombras y ganas de hacer algo bonito, aunque falles, aunque te equivoques o aburras. El deseo de lograr aquello que tú en tu corazón visualizas como el ramo de flores más hermoso del mundo es, creo yo una razón para darse a uno mismo una oportunidad. Y, con suerte, que otras personas te la den.







miércoles, 25 de septiembre de 2013

Bree: El Disco Que Le Apasiona A Mi Chica



 Pretencioso, engreído, pagado de si mismo y enterao...Me digo esto, y lindezas mayores por haber ignorado y después olvidado un disco por el mero hecho de no encajar en mi esquema sonoro del momento; relegándolo más tarde, a un ostracismo inmerecido, del cual, afortunadamente, la inteligencia musical de mi chica ha sabido rescatarlo y ponérmelo delante de las orejas con un"Tienes que escuchar a esta tía". Y, joder que si lo he hecho. Y joder que lo que en un primer momento pensé al oir sus canciones:tiene una voz asombrosa, se queda corto. Bree tiene una manera poderosa y animal de interpretar unas canciones atemporales en las cuales descarga todo su amor y admiración por los sonidos más correosos e intensos de los años setenta.
Inevitablemente te viene a la cabeza Suzie Quatro. Esa fuerza, esa intensidad, la pasión con que la músico, ¿o se dice música? de Oregon interpreta las once canciones de su disco debut:" All American Girl", empuja al corazón a saltar, a los pies a moverse, al cuerpo a bailar y a la memoria, en mi caso, a viajar a una época en que las ilusiones y la esperanza, la pasión por la música y el hambre de la vida se desperezaban y buscaban himnos con que reconfortarse.
La vida de Bree no ha debido de ser fácil. Inmersa en una comunidad religiosa asfixiante donde el fanatismo era ley y el miedo practica común; una chavalilla de seis años que ve como su madre muere de la manera más estúpida y anodina y pasa la adolescencia sometida a las miserias de un culto religioso ridículo donde la vida parece un insulto y sólo el miedo es horizonte, parecen el caldo de cultivo óptimo para un culebrón televisivo, no para una autora de canciones de puro Rock n Roll.

La propia Bree habla respecto de su modo de ver su música:"algunas personas piensan que soy retro porque utilizamos un contrabajo en la banda . No soy retro y me gusta pensar que he creado mi propio estilo de sentir el Rock"
Señala, asimismo, sus fuertes influencias musicales de la época de los años 1950 hasta la actualidad, que incluyen a Elvis Presley , Buddy Holly, Eddie Cochran , Patsy Cline , The Beatles , The Who , David Bowie (con Ronson ) , New York Dolls , Aerosmith, Cheap trick y Green Day. Y, viviendo en una ciudad como Nashville, añado yo, es imposible que lo que suena en "All American Girl"sea malo. Porque, evidentemente, no lo es. Oyes "You Can't Take The Heart Out Of Me", " Dance All Nite (With My Finger In The Air)"Heart And Soul", ¡¡Diossss que batería!!, la muy Suzie Quatro, incluso en el título,"I´m The Boss", la acojonante "Do You Wanna Love Me?" y ves que Bree es una creativa de la ostia. Apasionada, contundente, segura de lo que hace y como quiere seguir haciendolo. Y eso que ella misma admite que  no está segura de dónde encaja en la música de hoy. De hecho, es difícil ser etiquetada. Itunes clasifica el álbum como alternativa. Pero está claro que el hard rock, el Rock N Roll setentero, el punk e incluso el metal impregnan cada canción. Realmente no importa cómo etiquetar esta puta maravilla. Si estás buscando una experiencia de música clásica en la que la artista sólo se conecta a la vida y arrastra tras de sí un torrente de magia y Rock N Roll, no tienes necesidad de rebuscar en tu colección de vinilos esa obra de los setenta que te dejó flipada, porque Bree tiene todo lo que necesitas para pasar cuarenta minutos de tu vida con una sonrisa en la cara y otra en el alma.
 Ha habido una ausencia de 30 años de la legendaria cumbre del Rock N Roll femenino. La sequía ha terminado oficialmente. Esta puñetera cría nos sonríe con una  Gibson Flying V y un volcan en su corazón.
La ostia que razón tenia usted señorita.



Bree: Do You Wanna Love Me?













lunes, 23 de septiembre de 2013

John Paul Keith: El Regreso Del Rocker 2. 0




Días atrás cruzaron pensamientos oscurecidos, algo quejumbrosos, lo confieso, respecto de la continuación, o no, de este algo indefinible que tenéis ahora frente a la pantalla del ordenador.
Son ya..¿casi tres años?, son 658 entregas. Miles de palabras, demasiados adjetivos, demasiadas metáforas, muchísimas y muy buenas canciones y un universo, tal vez dos, de talento por parte de esos creativos, a los que les robé pedazos de su creación para mostrarlo a vosotros. Creativos, algunos tan subterráneos, que era la pura casualidad, cuando no la suerte encerrada en un vistazo fugaz a una portada, a un destello incierto que prometía magia, aunque muchas de las ocasiones nos equivocamos, cuando acertamos, tocábamos la gloria. 

El hecho incuestionable es que tras tantos discos, tantas canciones, uno tiende a copiarse, cuando no,a repetirse miserablemente. Y, la verdad, me niego a ello. A caer en el aburrimiento de escritura en cadena. De post tras post, tras post, tras post, sin aportar más que datos, lugares comunes y metáforas gastadas que acaban hastiando. Esto, esta situación, es, al final, un flaco favor a esos autores de grandes canciones y sensaciones.

No sé, tal vez divague, como tantas otras veces. Pero, creedme si os confieso que creo en el poder sanador de la música, también de la literatura. Creo que la creación humana, esas porciones, imagino que las mejores con que los autores nos obsequian en sólo tres minutos cincuenta, pueden, al menos en mi caso así ha sido, marcar la diferencia entre claudicar o avanzar.

Esta semana, al menos esta semana, avanzo.
Y me muevo hacia la música, hacia la creación, hacia ese algo donde la emoción se desparrama por las orejas y anegan , en pura dicha, el corazón. Y hoy, ese algo se llama John Paul Keith.

Y es que, amigos y amigas, el hijo del camionero ha vuelto. Con una puta maravilla llamada "Memphis Circa  3 A. M.
Doce bellezas cargadas del más clásico y espontaneo Rock N Roll. Ese sonido atemporal y cargado de pureza e intensidad que se creó en los Estados Unidos a mediados  del siglo XX. 

El músico de Knoxville a vuelto a parir una obra cargada de referencias musicales, que no copias, cargadas  de puro apasionamiento. Oyes " Walking Along the Lane" y parece que el mismísimo Johnny Cash susurra al oído de John Paul , como interpretar la canción. Oyes " If You Catch Me Staring" y acabas creyendo que Jeff Lynne y, sobre todo Roy Orbison, venderían su alma por haber compuesto esa maravilla.
Y luego está todo el sonido Buddy Holly, todo esa música de finales de los cincuenta y primeros sesenta que envenena el corazón y hace arder las entrañas. La deliciosa " Everything's Different Now", la preciosa " New Year's Eve"..." Last Night I Had a Dream About You", "You Really Oughta Be with Me"...¡¡Joder, las doce canciones del puto disco!!

Este nuevo disco de John Paul Keith es uno de esos discos que te gustaría tener en vinilo, su textura sonora te empuja a desear abrazar todas esas esencias que sólo los surcos del acetato pueden dar.
 El rocker de Knoxville ha grabado en el Sam Phillips Recording Service en cinta analógica de 2 pulgadas y sin ayuda de nada que se le acerque a todas esas monstruosidades computerizadas que carecen de alma y esencia., Así,  no quedaba otra posibilidad más  que masterizarlo en la mítica Stax Records y  lograr así, que la magia no escapase por entre las quebradas cicatrices de la tecnologia.

El propio John Paul Keith confiesa en su página web que es lo mejor que ha grabado nunca, y, la ostia, tiene razón. Si hay algo que John Paul Keith posee, además de talento compositivo es, honestidad. Y esa honestidad es algo que ya que destilaba el autor en sus anteriores discos junto a su banda los One Four Five.
Y que sepas que  John Paul lanza un pack en vinilo con Memphis Circa 3AM, el EP Motel Mirrors y dos canciones más inéditas de las mismas sesiones en un single bajo el título Night Time All The Time, edición limitada, como no podía ser de otra manera.

Hoy, no importa el día, he sido testigo afortunado de como la música, es capaz de emocionar. Te guste o no su estilo, ves gente que lo vive, que le sale de dentro, de ese tuétano del alma que tan raro es de  hallar hoy en día.
Joh Paul Keith, mi puñetero Rocker 2. 0 es otro de esos tipos...Disfrútenlo señoras y señores..un puto lujo.


John Paul Keith: Everything's Different Now


John Paul Keith: If You Catch Me Staring






viernes, 20 de septiembre de 2013

Tin Horn Prayer : ¿Para Qué Tantas Iglesias?



Somos, emocionalmente, muy maleables. Admitamoslo. Nuestras filias y nuestras fobias se desparraman por doquier en todos los ámbitos de la vida. Uno puede pretenderse muy seguro de si mismo. De sus gustos, de su actitud y de su manera de afrontar cada situación de la vida. Pero, en el fondo, somos niños asombrados, cuando no asustados. 
Supongo que, el admitir esto, puede ser un primer paso a la hora de crecer y desprendernos del efecto hueso y mascota.
En el caso de la música, nos dejamos llevar por la inercia de lo que hay alrededor, de aquello que a tus allegados le estimula. Pero es que, a tus allegados, les pasa lo mismo y, si tiras del hilo enmarañado de la realidad, verás que, al final de todo, están los intereses creados por un grupo de gente que sólo tiene el dinero como objetivo.

Aunque, por supuesto, está el underground. Toda esa música que se escapa por las rendijas que los mass-media obvian y que, sin embargo vigilan constantemente para hacerse, llegado el caso, con lo más novedoso e impactante de la música popular para, acto seguido, despojarlo de aquello que lo hacía distinto, atractivo, interesante. Si lo miras de este modo, parece hasta paranoico. Es como una guerra secreta entre la capacidad humana de crear emociones y un sistema franco-stalinista que se afana en deshacer y hacer desaparecer al mejor estilo orwelliano, el sentido de la música, ese algo mágico que le da vida.

Esta diatriba viene al caso por el cansancio que últimamente estoy experimentando con discos a los que mucha gente encumbra sólo por el hecho de llevar en la portada el nombre de tal o cual artista. El cual, desde luego, ha creado grandes canciones pero lleva tiempo, excesivo tiempo, viviendo de las rentas y de lo que fue hecho hace tiempo. Y, no obstante, ahí está. Con una nueva colección de canciones espantosas o, en el mejor de los casos, aburridas. Y, ya sé, tu me dirás:" joder, pues no lo oigas" Y eso es precisamente lo que hago. Pero, considero que la música es comunicación, la música es un vehículo para sanar las almas de las personas y, por tanto, la música debe transmitir emociones, sensaciones, dicha e iluminar nuestro mundo.

Tin Horn Prayer, banda de Denver, acaba de sacar un discazo llamado "Grapple the Rails" donde demuestran, al menos para mí, que aún existen caminos venturosos para la música. En sus once canciones dejan claro, que no es necesario hacer concesiones para grabar un grandisimo álbum plagado de grandes composiciones. La intro de la obra, " Execution line" deja, meridianamente claro por donde van los tiros. Crudeza sonora y literaria, si te gusta bien, si no, también. " Fire in the jailhouse" te dice como se pueden hacer canciones llenas de fuerza sin forzar estereotipos y llegando al corazón a base de guitarrazos.
Si sigues con el alma pegada al cuerpo, te puedes escuchar la aportación que el gran Chuck Ragan hace en "Rosie" y, a la vez, constatar que Shooter Jennings se hubiera dado de ostias por haber compuesto esta canción, así como "All's well that ends". Y, ya que estamos; tal vez Frank Turner, si se dejase de preocupar tanto por salir guapetón en los videos y quedar molón malote para las nenas, hubiera llegado a crear "Stumble" o "Call a Priest". Y, ¿Que decir de "Moonshiner" o "Fire in the jailhouse" ? Pues que, probablemente, si todos esos papanatas que alucinan con cada puto eructo que se casca el facha de Hank Williams III, le dieran un toque y le sugiriesen que, ya le vale, hubiera sido el propio Hank el que las hubiese compuesto y no estos malincuentes que atienden al nombre deMike Herrera, Andy Thomas, Scooter James, Ethan Steenson, Dan Gilbert y  Eric Epling .Los cuales, tras su disco de 2010: "Get Busy Dying" y un EP de cuatro canciones en 2011, acaban de parir uno de esos discos intensos, poderosos, lúcidos en sus textos y llenos de fuerza, pasión y alma en sus composiciones musicales.

Vida amigas, amigos...Vida desparramándose en cada nota, en cada gemido, en cada grito. Vida que nos eleva y aleja de tanta mediocridad, de tanto altar, de tanta gloria de papel maché.









miércoles, 18 de septiembre de 2013

Wyatt Funderbuck: La Última Sonrisa Del Verano



Por entre esas nubes grises, llevados por el viento fresco del próximo otoño, se va este verano luminoso, brillante, sonriendo por última vez tras dejarme momentos inolvidables. Risas, paseos, rockandroles y lunas llenas que desafiaban en el cielo nocturno una oscuridad que cada vez ha sido menos.

Por ahí se va este verano que me ha regalado esperanza y felicidad, o eso que se le parece, en días que han estallado en unos pequeños momentos que poseían la intensidad de una supernova. 
Canciones que definen la vida que es, nunca más la soñada, la extraviada, la que pudo ser y se quebró en un giro absurdo del destino.

Le digo adiós con un montón de melodías en el corazón. Canciones poderosas, llenas de luz, de una desbordante y contagiosa energía. Esa manera de ver las cosas que me gustaría tanto trasmitiros. Enviar pedazos de mi modo de ver las cosas hoy. Traducidos en canciones como "Mandolin", "Summer", " You Know What to Do", " Feeling Good Tonight" o " Love Will Lead the Way"; canciones todas del exuberante disco "Novel And Profane" del no menos intenso, contagioso y ubérrimo Wyatt Funderbuck . Músico, este, lleno de un contagioso modo Power Pop de ver la vida. Autor de grandisimas canciones y, sobre todo, colaboraciones con grandes músicos como The Wellingtons, The Connection, Bowling For Soup, Linus of Hollywood, Silver Sun. y, sobre todo, Kurt Baker, desde que era un puto crío allá por los noventa.

Con Baker ha creado piezas de contagioso y poderoso Power Pop de altísimo octanaje. Canciones contagiosas y llenas de vida que rebotan en las paredes del corazón y lo vuelven chicle con sabor a mermelada de moras. Canciones que hablan de sonreír, de puestas de sol, de besos interminables, de amores eternos, de todo aquello que necesita el alma para avanzar en la vida y dejar constancia de tu existencia con un jaja prolongado de que todo lo que hagas debe merecer la pena y arrancar una sonrisa a aquellos que quieres.

Funderbuck logra su objetivo con doce deliciosas canciones llenas de reminiscencias a grandes del más poderoso y contagioso Power Pop como Roger Joseph Manning JR.,  Mike Viola, Adam Schlesinge e incluso toques de Tom Petty en el caso de la deliciosa "Try to Be". Canciones todas llenas de ¿lo he dicho ya? mucha vida y mucha alegría de estar vivo. Así, aún con el otoño marcando con sus baquetas de rama de  árbol desnudo el uan, chú zri con que va a comenzar su disco de este año y con el cual bailaremos los días que están por venir, es posible, todavía, abandonarse a la luminosidad de los días de un verano que se va, aunque su sonrisa se queda, rebotando, en nuestros corazones y el azul quede impregnado en la retina.
Nos vamos hacia el otoño, pero lo hacemos tarareando un shala-la shala-la-la-la....








lunes, 16 de septiembre de 2013

The White Buffalo: Nos Esperan Todas Las Lunas Llenas Del Otoño



La lluvia susurra despacito que pronto se hará señora de cada calle, de las hojas de los árboles que, poco a poco, tornarán su color al sepia y cantarán su canción entre crujidos y un viento que las hará bailar y viajar a lo lejos, entre nubes de un gris cambiante y horizontes que se oscurecen en un parpadeo.
Mis pies caminan hacia el otoño. Mi alma se ancla a un verano interminable; mis ojos, se cuelgan, para siempre, del azul de la vida, de un cielo por encima de lo gris del mundo. Y mis orejas y mi corazón, ansían una banda sonora que le haga justicia a tanta maravilla, a esa grata sensación de sonrisa agitada por un viento de otoño.
La música de The White Buffalo. O mejor, el alma de Jake Smith se te clava como la primera gota de lluvia de otoño, como el primer susurro de viento entre las hojas de un árbol que cerrará los ojos hasta la primavera, como esa luz que va disipándose, poco a poco en las horas del día y vuelve tu alma como esas hojas que caen, despacio, en un susurro, en una canción que habla de salidas, de continuar, de silbar en atardeceres que son paseos interminables, de que pasará cuando me vaya, definitivamente, de redención, de Joey White, y su historia con Jolene, o lo que es lo mismo, de esa historia de amor interminable que siempre ha existido, y existirá siempre. Encarnada en esta obra conceptual que, Jake Smith, a la voz y la guitarra, Matt Lynott a la batería y Tommy Andrews al bajo, crean en su nuevo disco “Shadows, Greys and Evil Ways” por estos trasuntos de Odiseo, o Ulises, como prefiráis y su necesidad de regresar a Ítaca y a su amor, Penélope.
 Tras “Hogtied Revisted” del 2009 y “One Upon a Time in the West” del 2012, Jake Smith se ha embarcado en una historia de amor crepuscular. En la historia de amor que define las historias de amor. Con una ambientación de película de Peckimpah, o de las últimas de John Ford, el músico de Oregon sublima toda esa emoción que desborda a cada verso que grita en catorce intensas canciones que duelen, que emocionan que queman el alma del que siente, del que sabe que la batalla por llegar a los brazos de la persona amada merece la pena, que, incluso el sueño de la muerte es bello si sueñas con ella.
La poesía de Jake Smith, bramada con esa poderosa y maravillosa voz. Ese tono luminoso y lleno de un dramatismo y una rabia que se desata cantándole a la fe en la tormenta y a los hombres muertos, a los ocasos, a la luz que se pierde, a la que se gana a golpes, con dolor, con dicha por estar vivo, por no ser aquel que meten en la caja, en el vacío de un agujero que se llama olvido, queda plasmada con guitarras que se lamentan, que gritan, con banjos que sonrien, con bajos que sostienen el mundo y con baterías que suenan como el corazón del hombre que canta desde más allá de este universo. Todo se abalanza hacia tu vida, interpretado en desbordantes maneras de entender el Rock N Roll, el  Country Outlaw y un poderoso e intenso Folk - Rock.

Los ojos se cierran escuchando “The Getaway” “Fire Don't Know”, “#13”, “Pray to You Now” y el alma renace con ese estilo tan Shawn Mullins de “Joey White”, con “Whe I´m Gone” con “Set My Body Free” con “ Redemption# 2” con esa preciosidad que es “Don't You Want It”.

Los ojos y el alma son otoño y “Shadows, Greys And Evil Ways” es su banda sonora.






jueves, 12 de septiembre de 2013

Danny and the Champions of the World: Todas Esas Cosas Que Me Hacen Sonreir



Las cosas que van pasando a cada segundo, me van modificando la perspectiva de la realidad.
Cuando llegó a mis orejas el nuevo y deseado de  Danny George Wilson y su banda: The Champions of the World. Esto es: Chris Clarke, Paul Lush, Steve Brookes y Geoff Widdowson. A los cuales se les había unido para este delicioso proyecto titulado "Stay True", Rosalie Deighton, Trevor Moss & Hannah-Lou  los Dreaming Spires, Joe Bennett, el genio del pedal steel, Melvin Duffy y los miembros de esa maravillosa banda londinense llamada Ahab. Más  el mítico músico británico de bluegrass, Foghorn Leghorn.
Mi corazón estalló en alegría y esperanza al enfrentar mi pasión por la música a este disco repleto de grandes canciones, alma llena de Soul rezumando por cada surco del álbum y pasión, emoción y grandeza en cada interpretación del mismo. Pensé: esto, estas canciones, escucharlas a su lado, sentir como la cadencia y la emocionalidad de un tipo lleno de gusto y talento dedicado a la creación de una magia que dura cuatro minutos cincuenta, es lo que me hace sonreír.
Y entonces, cuando mi cabeza se disparaba en un texto cargado de referencias poéticas y similitudes musicales, el destino lanzó sus dados caóticos y golpeó mi corazón con la noticia, cabrona, que no desesperada, de que una de las personas que más amor incondicional y por la que siento, a mi vez, un amor apasionado, padecía una operación que ha derivado en una cirujia algo más complicada y cuyo resultado, en estos momentos, es aún desconocida.

Cuando digo persona, me quedo corto. Es alguien cuya pura inocencia emociona y arranca sonrisas desde el tuétano del alma. Pensar en ella, hace que todos esos momentos ya vividos, se abalancen hacia el corazón en una poderosa y maravillosa avalancha a la que no puedo ni deseo evitar.
En  estos momentos, cada canción de las once que componen este "Stay True" parecen compuestas para ella. Y desearía cantárselas todas. "Other Days", "Cold Cold World", "Breaking Out"," Let's Grab This with Both Hands", "Stay True", "Talkin´About The Weather", "(Never Stop Buildings) That Old Space Rocket"...Hacerle sentir mejor facilitarle, con toda esta gloriosa miscelanea de estilos y sentimientos una pronta recuperación para poder seguir corriendo hacia la risa, hacia los soles amarillos que giran y giran hasta que los cazas al vuelo.

"Stay True" es una fantástica colección de maravillosas canciones y un cambio delicioso hacia un sonido poderosamente Soul. Una versión del sonido que  Danny y su banda ha ido realizando y que no desea permanecer anclada a una repetición de su genial "Hearts And Arrows", sino que vive y crece y se hace  mejor y mejor.
 Es como si Little Steven And The Disciples Of Soul, hubiesen sacado, por fin, un segundo y glorioso álbum. Capaz,esta vez, de destilar algunos de los elementos más apasionados, elegantes y ardientes de seis décadas de música popular y mezclarlos en una irresistible colección de  sonidos Soul, Roots y Country que son  inyectados a través de los once temas originales y  que nunca suenan forzados, artificiales o herrados. Además de permanecer fiel a la visión que Danny And The Champions Of The World tienen del álbum. El cual, flipa, fue grabado a principios de este año durante un período de sólo cinco días en el  Reservoir Studios, en el norte de Londres.
Puro Soul, Country y Rock N Roll, ese condenado sonido de  Stax , de Muscle Shoals, de The  Band, de Dan Penn y Spooner Oldham, de Dion DiMucci de Van Morrison, un  Ronnie Lane, se encuentra con Ronnie Spector " .

Pero en estas canciones no hay tristeza. Hay intensidad, esperanza, o eso que se le parece, hay pasión  y alma escupiendo todo ese amor que nos crece desde dentro. Hay muchos paseos bajo el sol, en un otoño que sirve para jugar y enredarse con el crepitar de sus hojas. En un invierno que traerá una nieve con la que jugar y revolcarse y empaparse de pureza, de luz...Y reír...reír mucho, mucho y muy alto...para siempre... 



Danny and The Champions Of The World: Cold, Cold World


Danny And The Champions Of The World:- Darlin' Won't You Come in from the Cold







lunes, 9 de septiembre de 2013

"El Drogas",Tres Puntadas: Comiéndose La Vida A Versos



A Enrique Villarreal, "El Drogas" Le gusta la vida que llevan los libros prestados, esos que se dejan querer, que pasan de mano en mano; a veces con forma de beso.
Para mi, El Drogas es un ser humano al  que quieres querer y su pasión y talento pasan de corazón en corazón. A veces con forma de canción, de gesto. Otras, con forma de poema, de verso arrancado a dentelladas del alma. Escupido con rabiosa ternura a ese cielo que envidia al infierno porque, en él, mueren condenados para una eternidad dictada en ese paraíso de sotanas y miedos, todos esos espíritus inteligentes, beligerantes, puros. Ese infierno al que irá en deliciosa zambullida Enrique Villarreal dentro de varios siglos y al cual espero encontrar y poder conversar, sin prisas por vivir de nuevo, de literatura, de poesía, de vida.

Poder hablar de su primer libro, de su primer poemario: "Tres Puntadas", publicado por Desacorde Ediciones el cual ya podéis pedir anticipadamente, y dedicado por el autor: http://www.youtube.com/watch?v=gTzAjPp3XWI
Para mi fortuna, lo pude adquirir en el festival Nvivo en Bilbao hace una semana y he podido degustar de manera apasionada pedazos de humanidad de un ser especial, intenso, absorbente, poderoso y de inusitado talento. He tenido la suerte, en definitiva, de enfrentarme emocionalmente ante un escritor. Para mi, un gran escritor. Alguien que sabe moverse entre lo más granado de la escritura clásica, acrósticos, pleonasmos, aliteraciones, poderosas metáforas y carne y sangre transfigurada en tinta roja y negra, no puede ser de otro modo, que crecen como letras, estallan en palabras y arrancan a volar llenas de poesía. La edición, preciosa y precisa de "Tres Puntadas" es un lujo que ninguno debería perderse. Todo en él, posee esa magia mundana de lo inaprensible, de una sangre roja burbujeante que impulsa las emociones más allá de la gris ciudad y los grises pensamientos que la dominan. El libro tiene un bonito diseño, una maravillosa introducción del escritor Patxi Irurzun y alberga la promesa de que no será en una semana o en un mes cuando te despidas de él, tras leer sus páginas; porque "Tres Puntadas" es como una flor extraña y eterna a la que puedes volver las veces que quieras y libar de sus palabras toda la poesía que necesites para seguir volando libre y cargado de fe atea en las personas, en algunas personas, al menos.

Y es que El Drogas es un submarino. Uno de esos extraños especímenes humanos que son capaces de navegar lejos y sobre aguas envidiosas y traicioneras. Para, después, sumergirse abajo muy abajo hacia profundidades de las cuales muchos no han oído y sobre todo no han querido oír hablar. Porque son incómodas. Porque están plagadas de demasiados recuerdos que molestan, de demasiadas verdades que espantan. 
Y también de cadáveres. De cuerpos que se desentierran de las cunetas, de los alrededores de los cementerios, del olvido obligado. y del otro,que es peor. Ese olvido blando y conveniente que enarbolan todos aquellos que miran su puto ombligo confundiéndolo con el futuro.

Enrique Villarreal es un submarino. Y este libro es un periscopio. Uno de esos periscopios algo lastrados, historiado y retorcido en sus acabados, con el bronce pulido, ajado por el uso pero de una precisión milimétrica para ver la verdad.
Un periscopio que mira la belleza y la música de las palabras con la misma intensidad con que mira al pasado. Para no olvidar que siempre hay que recordar las cosas que merecen la pena. Para plasmar en versos cargados de la magia cotidiana de las cosas aquello que fuimos y que construyó lo que somos.
El Drogas es un periscopio que mira al futuro, a esos chavales que, igual acaban de cumplir un año, o esos otros de diez años que le mangan las baquetas a Brigi Duke en conciertos de barrio. Y mira también a esos adolescentes que, ¡¡joder con los putos crios!!, le tiran, en su delicioso baile de una vida a bocaos, el kalimotxo al Flako, porque se los come la canción con la que se sienten vivos, fuertes, eternos. Y también mira hacia el futuro, entre las arrugas y el blanco dixan del pelo de todos aquellos que tras años de Rock N Roll se emocionan, se embelesan y alucinan con canciones que suenan a poesía, con poemas que son Rock N Roll, con versos que parecen punteos de un Txus poseído por la esencia del Jabberwocky de Carroll.
Enrique es un periscopio que mira  a los lados, porque, esos a los que ves, serán, con toda seguridad, con los que puedas contar si hace falta apretar los dientes o hincar los pies en el barro segundos antes de lanzarte a esa batalla que, puede que al final, si que tengamos que enfrentar.

Todas las palabras que El Drogas tatúa en cada página de este libro, esta colección de miradas aceradas, tiernas, poderosas, de imágenes embriagantes, de retorcidos juegos de espejos, de subyugantes maneras de definir el sentimiento, las ausencias, los dolores que causa la vida, no serian tan sinceras, tan intensas, tan desgarradoras, sin la presencia de gente maravillosa que define a Enrique. Gente que camina a su lado, gente de la que extrae recuerdos, manga imágenes, liba palabras y construye versos. Volviendo, a su vez, poemas a las personas.

Enrique Villarreal es un periscopio que mira la vida de manera única. Que ve como a través de un caleidoscopio, las pesadillas chapoteando en manantiales de bocas que rugen idioteces. De personas compuestas de arañas e iguanas y de viajes a la luna en decorados de cartón piedra, de sapos salidos de las bocas de hermanitas ensotanadas y de diamantes surgidos del alma de putas de buen corazón, de títeres con hilos cortados y olvidados en un desván polvoriento, de sonrisas rellenas de goma industrial y rockeros de izquierdas que viajan en limusina y de gárgolas que hablan a gritos cuando llueve y cuchichean cuando arrecia el viento... y de pasados ignorados , cargados de la épica de lo cotidiano. De héroes que se levantaban a las cinco de la mañana y envolvían sus sueños con el periódico del día anterior.De todas esas sensaciones que pasan a tu lado y tú, estás tan ocupado pensando en como vives la vida, que no las ves.
Es por eso que alguien tiene que ordenar esto y gritarlo en palabras que suenen con notas eléctricas o como un rasgar de la pluma sobre el papel y, si afinas el oído, el susurro de la tinta sobre él.
Esa tinta ácrata e incómoda que puebla "Tres Puntadas". Necesaria para caminar por este país sin fronteras ni banderas llamado Enrique Villarreal y pasear por sus poemas. Poemas que son él, imposible que fuera de otro modo y, a un tiempo, son ese algo que crece dentro de cada uno y necesita gritar bajito, a golpe de susurro, regando, en la aridez de una vida que crece si le das palabras que emocionen, si le das imágenes que epaten ese algo que te conforta, que dulcemente te entristece y te aleja de ese sargazo que es la nada que nos imponen. Y así, poder bailar la vida. Enredarnos el alma, tropezarnos con los cordones del amor y caer a los pies de todo aquello que amas.
 Sentir... Con rabia, con amor, apasionadamente, con ternura, a besos, a versos, la vida.

http://www.desacordeediciones.com/






viernes, 6 de septiembre de 2013

Brett Walker: Buscando, Verdaderamente, Las Estrellas



Brett Walker nació en  Norman, Oklahoma para morir en  Draper, Utah en Julio, el día 8, 2013, a  los 51 años.
Y esto no lo hace especial. Pero, mira, el destino, a veces, tiene un retorcido sentido del humor y resulta que Walker muere casi, el día anterior de terminar lo que será, definitivamente, su último álbum:"Straight Jacket Vacation" Disco que ha salido el 30 de Agosto..tiene cojones.
Los doce temas que componen el disco pasan por lugares queridos para Walker como el AOR,el Americana y ese Rock americano tan estandar que suena en todas la radios del país.

Las acústicas son nota predominante en el recorrido del disco y hacen que éste se torne  suave, pausado y, tal vez,en ciertos momentos, excesivamente digerible. Pero las guitarras eléctricas siempre han acompañado a Brett y temas como " Reaching for the Stars", "  I'm Gonna Fly" o " Better Than Goodbye" hablan de lo buen músico y compositor que era. Tal vez tema más destacable puede ser ese autotributo a su legendario Nevertheless. “Better tan goodbye” poderoso  Aor de muchos quilates.

También tenemos temas de rock clásico como “Streetlights burning” y “More than I” donde Walker se nos muestra salpicado de las raíces americanas más puras.
Brett Walker fue uno de esos tipos conocidos por los mas media e ignorado por la crítica especializada, especializada en ser pedante pretenciosa y engreída. Pero como currela, Brett era un working man de la ostia. Discos, colaboraciones, composiciones, que seguramente has tarareado, cantadas por otros, son suyas y una infatigable y loable manera de hacer Rock N Roll.

Yo le tengo un cariño especial a este tío por dos álbumes, su "Spirit Junkie" de 2007 que me pinta, todavía, una sonrisa agridulce en la cara y una obra de 1996 que se titula como la banda:" Brett Walker & The Railbirds" precioso compendio de Americana y sonidos cercanos a Tom Petty y sus compadres.

El que te mueras no te vuelve, de repente, buena persona. No disuelve tus miserias y no es inteligente esconderlas detrás de tu cadáver, en el ataúd. Lo que eres en vida eres tras ella. Lo demás son gilipolleces de meapilas que necesitan encumbrar al fiambre para así, empaparse por defecto de una bondad y una épica de todo a cien.
Ignoro como fue este tío. Sé que dejó buenas canciones, que siempre disfrutaré, y también tres críos y una mujer que de verdad lo conocieron e, imagino lo llorarán. Yo, por mi parte, me voy a escuchar "American Dreamer" y "Southern Blue Sky" y a sonreír. 



Brett Walker: Reaching for the Stars



Brett Walker: Someday I'm Gonna Be Famous








miércoles, 4 de septiembre de 2013

Chris Shiflett And The Dead Peasants: Corazones De Honky Tonk



Reticente es la palabra que me define a la hora de afrontar este, por otro lado, buen disco de covers de clásicos del Country. Reticente porque desde que en 2010 sacasen su primer e imprescindible álbum de titulo similar a la banda, mi corazón anhelaba un segundo disco lleno de canciones tan buenas como "Helsinki" o "Get Along". Pero los caminos que Shiflett y su banda tenían previsto cruzar y el bareto emocional al cual querían llegar a dar con sus huesos, no pasaba cerca de mi esperanza sino hacia un proyecto llamado "All Hat and No Cattle" diez versiones de lo más granado y puro del Country norteamericano.
Nueve canciones del más  clásico  honky-tonk creado por artístas como Don Rich, Waylon Jennings, Faron Young, Buck Owens o Merle Haggard  y una décima canción original de Shiflett y la banda titulada “A Woman Like You”.

Y, la verdad, el disco suena de la ostia. El sonido que el guitarra solista de los Foo Fighters crea junto a sus Campesinos muertos es soberbio, intenso, rico en matices y muy, muy honesto y cariñoso con las versiones originales.

Las versiones son básicamente todo lo fiel que se puede ser a las canciones originales, con las lógicas diferencias respecto de la del equipo de grabación de alta calidad para obtener un sonido mucho más completo y más potente de sus instrumentos. Aparte de eso, la actitud es la misma que las grabaciones originales, con unas pocas excepciones, tales como el outro de la versión de "Playboy" de Wynn Stewart o el sonido del órgano de apertura al principio de Waylon Jennings "Are you Sure Hank Done it This Way”  que mantiene sutiles diferencias; apreciadas en temas como "King Of Fools de Buck Owens "Pop a Top" de Jim Ed Browny y "Skid Row" de Merle Haggard son re-imaginadas con la  energía del punk-rock y el trallazo sonoro que la tecnología les permite a los músicos hoy en día a diferencia del de las grabaciones originales de baja fidelidad. 

Uno ve el mundo bajo el cómodo prisma de su egoísta y manipuladora conveniencia y se encabrona estúpidamente si la realidad no se acompasa a su percepción del mundo. Esta actitud tan infantil y mediocre, me crispa en mi mismo. Me enloquece el sentir que se me escapa de las manos una realidad que, neciamente, sólo existe en mi cabeza.
Aceptar el mundo como viene y a las mareas y su romance con la luna llena o los amaneceres nublados y a un sol precioso guiñándote un ojo a través del gris es necesario para vivir una vida de plenitud, sin claroscuros que emponzoñen la música que suena en todas partes.
Esto es ser valiente, creo yo, reconocer desde las grietas del alma que uno se equivoca...y, después aprender de esos errores. Igual que, afortunadamente he hecho con este gran disco.






lunes, 2 de septiembre de 2013

Two Cow Garage: Los Cuentos Que El Diablo Contará A Sus Nietos



Contamos historias por la necesidad de demostrarnos a nosotros mismos y a los que nos quieran escuchar que existimos. Nos clavamos en un ahora que perdurará mientras alguien cuente ese cuento sobre nosotros a otra persona. Es, lo más cercano que vamos a estar de la eternidad.
Contamos historias porque, así, el mundo se vuelve menos oscuro, la vida se torna río apacible o rápidos peligrosos por los que deslizar nuestros años de existencia y bebernos su agua a sorbos o con desesperación.

Cuando leo, cuando veo una buena historia, cuando escucho una canción y mi cabeza se abalanza hacia unas imágenes que se van desplegando conforme yo corro hacia ellas; mi mundo se vuelve viento, mi corazón es una tormenta entre montañas lejanas, mi alma un lienzo en blanco al que escupo color desde lo más hondo de mis entrañas. Siento, cada frase, cada descripción, cada giro malévolo en una historia que hago mía, que vuelvo más real que muchos años de mi vida. Una vida que ha respirado y perdurado, muchas veces, gracias a los cuentos que cantan personas a las que nunca conoceré y que, sin embargo, son más amigos míos que muchos patanes con los que me he cruzado, a trompicones, como casi todo en mi vida, al cabo de los años.

Micah Schnabel, a las guitarras y la voz Shane Sweeney al Bajo y los  coros y  David Murphy a los tambores, me están regalando otra novela de doce capítulos que posee el delicioso titulo de "The Death of the Self-Preservation Society ". Embarcados en su particular manera de ver un mundo lleno de trampas para el alma, de escaleras hacia ningún lado, de caminos cargados de carteles que vomitan un "No pasar", los Two Cow Garage se rasgan las venas para escribir y cantar cuentos de esos nadie que se caen por las rendijas de la vida, súbita o deliberadamente, de esos nadie que, a veces sólo tienen un mote:" The Little Prince and Johnny Toxic", deliciosa, intensa y la mejor manera de iniciar una novela cargada de sensaciones, frases que son disparadas, gritadas, escupidas por un Micah Schnabel poseído por las almas de Ambrose Bierce, de Hubert Selby, de  Percy Bysshe Shelley, de Charles Bukowski...de todos aquellos, en definitiva, que miraron el mundo con el fuego en la retina, con la rabia en la garganta, con la ironía atragantada entre el corazón y el alma.
Capítulos intensos que se cantan y cuentan en canciones tan vertiginosamente atractivas como "Lost On Youth", la cincuentera "Mantle in '56", la preciosa "Geri" las..¡Ay! muy Replacements, "My Friend Adam", "Stars & Gutters" o "Pantomime". Y otros Rocanroles como "Van Gough" o " The Death of the Self Preservation Society". Todas con una historia que debe ser contada, con un paseo por los resquicios de una vida que algunas veces puede ser un reflejo de ese mundo que no has tenido, de ese mundo que nunca deseaste tener, historias que cantan su existencia en tres minuto y cincuenta y cuatro segundos.

Producido por los propios Two Cow Garage, el espíritu Punk se aferra como una ladilla a tus huevos en cada tema, dejando claro que no quieren ni tienen porque hacer concesiones a nadie. Aceptas su mundo con los olores y los sabores propios de él. Te inmiscuyes en una vida cuyas reglas es que no se tienen porque aceptar más reglas que las que tú, honestamente, te impongas. Y esto, esta libertad de ser y sentir, impregna cada tema, cada palabra.
Paseamos o corremos o saltamos o huimos o nos despeñamos por nuestra vida...Pero lo que nunca haremos, será dejarnos arrastrar por ella abandonándonos en un camino polvoriento que conduce a la nada.
Yo, al menos, no lo voy a hacer.